¡A tus niños les encantarán los juguetes Waldorf!
La pedagogía Waldorf, la inició un filósofo alemán llamado Rudolf Steiner, esta corriente educativa se caracteriza por buscar el desarrollo de los niños en un ambiente libre y de cooperación, donde el arte, las manualidades y la creatividad en general, tienen un fuerte peso.
El objetivo es educar la globalidad del pequeño con sus talentos y dificultades, respetando siempre su proceso evolutivo.
Según Steiner, los primeros 7 años deberían basarse en el juego creativo, de 7 a 14 en las expresiones artísticas y en adelante en el razonamiento crítico y la comprensión empática.
Pedagogía Waldorf
Los juguetes basados en esta metodología educativa, son sencillos, estimulantes, coloridos y hechos de materiales naturales, perfectos para poner las pilas a la imaginación de los pequeños, destacan por su conexión con la naturaleza y por ser poco definidos. Están dirigidos a transmitir experiencias sobre la tierra, sus elementos y las creaciones humanas, y huyen de los plásticos, por lo que benefician al planeta.
Juguetes Waldorf imprescindibles
❤️ El Arcoíris Waldorf
El arcoíris waldorf es uno de los importantes, ideal para todos los juegos, se pueden hacer virguerías con él, verdaderas obras de arte, estructuras, torres… y se puede convertir en prácticamente cualquier cosa que nos propongamos, un elemento imprescindible también para usar en mini mundos, juego desestructurado y juego simbólico.
Los hay de varios tamaños, nosotros tenemos el Arcoiris doble y ¡nos encanta! (consulta aquí modelos y precios) También está la versión para complementar en cubos, semicírculos, rectángulos… y tenéis la posibilidad de elegirlo en color madera o de los colores del arcoíris.
❤️ Telas y cintas:
Son básicas para el juego libre, con telas o pañuelos de colores podemos hacernos unas preciosas alas de mariposa, una capa de super héroes, un mar agitado, un paracaídas o lo que se nos pase por la cabeza. Las cintas, junto con el resto de juegos malabares además de ser hipnotizantes nos ayudarán a mejorar nuestra coordinación. Los elementos de la naturaleza como troncos, conchas o piedras, son también un complemento genial para este tipo de juegos pues las diferentes formas, texturas y olores alimentan nuestros sentidos.
❤️ Puzles de madera
Son un auténtico reto para los más grandes, plantean un desafío que estimula la flexibilidad mental del niño. Sus piezas coloridas, se pueden utilizar también para crear dibujos, esculturas y muchas otras cosas. Consulta aquí modelos y precios. Como todos los puzles son un tipo de juego que precisa de paciencia y concentración, habilidades muy valiosas para la vida.
❤️ Muñecas y hadas
Están hechas a mano, de materiales naturales y sus formas son sencillas.
Las muñecas tienen la carita blanda, al no ser tiesa como sucede con la mayoría de muñecas de plástico, da margen a que cada pequeño decida si la nena está triste, contenta, si llora, si ríe o si está enfadada, son blanditas y agradables.
Las hadas waldorf son preciosas, os animo a diseñar y hacer una junto a vuestros hijos, la podéis hacer de lana cardada, fieltro o a vuestro estilo, aquí os dejo el paso a paso de alguna de las hadas que hemos hecho en casa:
Hadas Waldorf
▷ Para realizar un hada Waldorf necesitaremos: aguja de abatanar para ir enganchando la lana, dedal para no pincharnos, limpiapipas para los brazos (o un trozo de alambre) una esponja gruesa y lana cardada. Puedes comprar todo el material aquí.
En primer lugar hacemos una bolita con restos de lana (no se verá), cuanto más apretada esté, mejor quedará nuestra hada.
A continuación la cubrimos con el color carne que deseemos para hacer la carita del hada.
La anudamos y le damos forma al cuello, cuanto más finito mejor ¡Ya tenemos la cabeza! 💪
Cortamos el limpiapipas (o un alambre) por la mitad, serán los brazos, lo forramos con lana del color carne o con el color del vestido. Para hacerlo hay que enroscar la lana al limpiapipas (también podemos hacer los brazos solo con lana).
Introducimos los brazos bajo la lana y ¡nos ponemos con el vestido! coged la lana del color que hayáis elegido (cuanto más frondoso más bonito queda) y con el dedo le hacéis un agujerito para poder introducir la cabeza del hada.
Estiramos bien la lana para acomodar el vestido y lo anudamos. A continuación le envolvemos un trocito de lana en la zona del pecho (esto dará forma al cuerpo, aquí decidiremos si la hacemos más gordita o más flaquita).
Para hacer el pelo cogemos un trocito de lana del color que nos guste y colocamos la parte de detrás pinchando con la aguja vamos acoplando el pelo a la cabeza.
Cogemos un trozo un poco más grande para la parte de delante y la anudamos por la mitad de forma que se cree la raya del pelo, por tanto no ha de quedar apretado (Dependiendo del peinado)
Colocamos el pelo a nuestro gusto y decoramos para darle singularidad a nuestra pequeña hadita. En casa hemos hecho un hada de la naturaleza, una para cada estación y la última creación es mitad hada, mitad sirena (para flipar), podemos hacerles bonitos complementos, alas, cestitas, flores… hay hadas elaboradísimas, con peinados y combinaciones de colores en los vestidos realmente espectaculares.
Para qué sirven las hadas
Las haditas Waldorf son muy inspiradoras, al verlas, en seguida entran ganas de crear un mundo mágico e inventar historias. Aunque no están pensadas para usarse como juguete por su delicadeza, nosotros no podemos resistirnos.
Si las acomodáis bien con la aguja quedarán bastante manejables. También podemos hacerles unas puntadas con hilo para que aguanten mejor el tute que le dan los salvajitos y ¡A jugar! 🙂
También podemos colocarlas en nuestra mesa de estación, o colgarlas en la habitación. En la pedagogía Waldorf las hadas tienen mucho protagonismo en los cuentos, se las considera símbolos de protección y sobre todo de Fantasía y Armonía.
En qué se basa la metodología Waldorf
Rudolf Steiner decía: «cuando un niño puede relacionar lo que aprende con sus propias experiencias, su interés vital se despierta, su memoria se activa, y lo aprendido se vuelve suyo»
Esta es sin duda la clave del aprendizaje, de ahí la importancia de aprender jugando, respetando y conectando.
¿A qué esperas para descubrir la metodología Waldorf? ¡de los juegos al mundo real solo hay un paso!